jueves, 7 de agosto de 2008

¡Rumaníacos al poder!

En una conversación entre habitaciones, un amigo me reveló a palabra: rumaníacos; Aunque vosotros no lo veáis, mi ordenador acaba de marcar la palabra como incorrecta. En aquella circunstancia, los rumaníacos no eran más que los habitantes de Rumanía, lo cual me dejó pensativo. ¿Rumaníacos son los habitantes de Rumanía?: el destino no podía ser más cruel. No puede ser que un pueblo tan ilustre vaya enseñando al mundo hispano-parlante su gentilicio, como queriendo decir que uno de los mayores atractivos turísticos de Rumanía fuera su extraordinario sentido del humor. Así que me puse a pensar: Ru-manía, que se puede traducir como "adicción al ru". Pero el "ru" me sonó tan ludópata que lo deseché.

En Sudamérica, ruma se traduce como "montón de cosas puestas unas sobre otras". Este me gustó más. Si no he entendido mal, estas "cosas puestas unas sobre otras" lleva implícito un brillo de inutilidad, de nihilismo; son como esas cosas que guardamos en un cajón año tras año, como para que se las lleven los trasgos y dejen en su sitio lo que no quisiéramos que se llevasen: mini-primers, limusinas, botes de ketchup, etc. Y pensaba para mí, en un continuo festival de cachabazos a la trascendencia: el hiperconsumismo, el constructivismo, el café de las once, el partido de fútbol, ese continuo vivir para lo inerte que tantas veces nos ahoga, nos dirige de bruces contra el calificativo: somos todos una panda de rumaníacos, y quien pensó lo contrario construyó la destrucción.

A pesar de todo, así lo declaro: soy rumaníaco, porque la ruma compone la filosofía (lo siento: también soy inductivista), porque la ruma nos saca a bailar en cada segundo que muere, porque ella vacía cada segundo de su propia efervescencia y lo convierte en un delirio de eternidad que, si no somos capaces de trascender, se puede convertir en éter, en nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Finalmente, lo publicaste! Los Rumaníacos!! Me encanta la idea de Rumanía en ese sentido. Nunca lo había visto...Son todos maníacos del Rú!! Qué bueno. Y luego todos estamos infectados por la manía de la ruma! Me gusta tío! Todos infectados por darle importancia a cosas que no importan! A seguir así!...¿cómo? Así.